Mientras en las regletas compradas en tiendas de electrónica observa que «las conexiones están bien, identifica las tomas y el fabricante indica que es libre de alógenos, que quiere decir que si se quema no emite gases corrosivos, y en muchos casos son también autoextinguibles, ya que ellas solas apagan la propia llama»; lo cierto es que en las más baratas observa que «el cable no tiene el diámetro necesario para soportar la potencia máxima», por lo que, si se aplica la potencia que indica en las especificaciones, «el cable se quema».